Miss Stalker ♛

Hoy Pao publicó esto en sus historias y morí de risa:

Contexto

Por diversión, en mi ex trabajo cerramos el año pasado con un certamen de belleza tipo Miss Venezuela, sólo que cada una de mis compañeras era una Miss según alguna cosa que la caracterizara. Yo era Miss Stalker gracias a mis dotes de investigadora; me gané ese título y una reputación envidiable a punta de averiguarle la vida a los ex's y prospectos de mis amigas, entrando en detalles como si se tratara de armar expedientes para el FBI . 

Casos y cosas 

Obviamente aplico esta práctica cuando me interesa alguien, bien sea porque tengo una expectativa amistosa, laboral, romántica, sexual, o lo que sea. Por ejemplo, stalkeé a mi ex asistente antes de trabajar juntas. Con el tiempo nos hicimos amigas, pero a veces cuando conversábamos ya yo sabía lo que me iba a decir, como cuando me contó cómo se llamaba su novio o la fecha de su cumpleaños. La verdad es que ella me dio tan buena vibra que la stalkeé porque quería encontrar algo que validara o tumbara ese feeling.

Ese feeling-vibra-energía que emiten las personas no miente, aplica eso que dicen las doñas de que si el río suena, es porque piedras trae: en mi experiencia puedo afirmar que siempre que creí que había algo bueno, tenía razón, como en el caso de mi ex asistente; igualmente, siempre que creí que había algo malo, también tenía razón, como en la siguiente historia traída directamente de mi colección de vainas locas:

Me pasó con un prospecto que en teoría era perfecto, pero tenía un no sé qué que no me cuadraba. Antes de aceptar salir con él yo hice mi tarea: lo busqué en Twitter (no tenía), en Facebook (inactivo) y en Instagram (privado). Sin embargo, hice una pequeña concesión y revisé su Instagram después de la primera cita, y la relación entre sus publicaciones y conversación me pareció coherente, sin embargo, no me terminaba de cuadrar que tuviera tanto dinero y tan poco trabajo, así que me obsesioné con la idea de que anduviera en "malos pasos" y, tras las miles de maromas para encontrar su nombre completo sin quedar como la loca que soy y horas volteando Google, lo comprobé.

Internet sabe demasiado de nosotros, una vez hasta averigüé que el que estaba como mi chico de turno padecía sudoración excesiva en las manos y se inyectó por un comentario que dejó en YouTube.

No se imaginen que yo estoy tan locaaaaaa  

Claramente, esto tiene un argumento con mucho sentido: en un punto de mi juventud, antes de que ocurrieran los casos anteriores, sentí que stalkear era otra de mis maneras de sabotear relaciones, para encontrar algún defecto o excusa para salir corriendo. Un día de esos en los que uno amanece proactivo y con ganas de cambiar su vida, decidí hacer las cosas diferentes; justo se me cruzó en el camino un individuo con el que me encandilé* y se juntaron el hambre y las ganas de comer: era la oportunidad perfecta para aplicar mi decisión.

Salimos un tiempo, nunca lo stalkeé ni nada y, long story short, el tipo tenía años con una novia y me enteré por una foto que subió un amigo mío de una salida en grupo en la que estaba él con la tipa, en días que se suponía que él estaba de viaje por trabajo. Si yo lo hubiese stalkeado antes ni siquiera habría salido con él. Pero bueno, lección aprendida.

*con me encandilé quise decir que creía que estaba enamorada y esas cosas.

Uno tiene que protegerse

Esto fue lo que entendí: no es autosaboteo, es cuidado. Vivimos en tiempos de noticias falsas, cuerpos falsos, promesas falsas, todo falso. Así como busco varias fuentes antes de saber si una noticia es real, busco muy bien la verdad y una sola fuente de información (en este caso, el tipo cayéndote a labia) no es confiable.