Un hombre bien dotado

A menudo me preguntan cuál es mi prospecto (casi todas las conversaciones que empiezan con un "¿tienes novio?" terminan así) cosa que me lleva a hacer el ejercicio mental de armar una lista de características que me despiertan ineterés, morbo, sentimientos, lo que sea.

Yo, que soy la peor eligiendo favoritos (no tengo ni color, ni canción, ni nada) empiezo a sudar frío y a indagar en la papelera de reciclaje de mi cerebro, específicamente en la sección destinada a "all my lovers" (sí, es para que la cantes como la canción de The Beatles) como archivos muertos y nunca consigo características que pueda hilar para decir "oh, aquí hay un patrón" ya que lo único en común soy yo.

Mentalmente hablando
De primero y más importante está el contenido del cerebro, por lo que en mi búsqueda empiezo por ahí, tratando de agrupar intereses, patrones de pensamiento, de preferencias, música, ideología (aquí si hay una coincidencia: todos odiamos a Chávez) pero más allá, no hay nada en común. Ninguno se parece al otro, pero todos se parecen a mí.

Por mi historial figuran distintos tipos: el fotógrafo, el científico existencial, el rockero, el diseñador, el médico, el deportista, el ingeniero... en fin, si partimos de que cada cabeza es un mundo, el paso por estos individuos fue como un paseo por el sistema solar por lo único de cada uno.

I'm in love with your body?
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Aquí tampoco hay coincidencias, sólo en que siempre son más altos que yo y me parecían súper atractivos en su momento de turno.

¿Y para qué me sirve eso? 
Exacto, para nada. 

A decir verdad, soy pro hombres: siempre los defiendo, no veo maldad en ellos, no creo que todos son iguales, pero sí estoy clara en que a veces (muchas, pero demasiadas veces) les cuesta pensar claramente, se dejan llevar por la euforia, se ponen a prometer vainas, no pueden ver que algo va bien porque salen corriendo a cagarla embarrarla y así, pero a estas alturas sólo asumo que tolerar ese detalle es la cuota que nos corresponde y equivale a que ellos nos soportan nuestros arranques hormonales (intento decir que es natural, pues) PERO poniendo todo en una balanza (sí, soy fan de las comparaciones y de encontrar relación en todo) ¿cuál es el retorno de esa cuota? es decir, yo invierto toda mi tolerancia y mi paciencia ¿en qué? ¿un pene?.

El punto al que quiero llegar con esta verborréica introducción es que si hay mucho de eso que se supone que tiene que haber para que funcione y no funciona, se está aplicando la receta incorrecta. Ahora entiendo que como todas las mujeres también quiero un hombre bien dotado, pero no sólo en la entrepierna: bien dotado de valor, de honestidad, de inteligencia, de buen sentido del humor, ya sé que no es suficiente ese combo del físico + la "buena" conversación.

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