14 de febrero
En el mundo existen dos tipos de personas: los que aman esta fecha y los que la odian. Los que la odian obviamente lo hacen porque no pueden celebrarla, por lo que ese odio cesará eventualmente.
De 26 días de San Valentín que llevo en el mundo, he celebrado el día de los enamorados cero veces, por esta razón, solía formar parte del segundo grupo: el de los love haters. Mi odio tenía (como cosa rara) dos orígenes
1. Me sacaba la piedra molestaban todas las empalagoserías de este día, los regalos vacíos, la gente besándose en todas partes.
2. Me daba una profunda envidia no estar viviendo todo eso que "me molestaba". Este día era como el paso de factura del tiempo diciéndome "de nuevo fracasaste".
Tengo amigos geniales, por lo que celebrar el día de la amistad siempre fue excelente, pero en el tiempo en que mis amigos empezaron a emparejarse o irse del país y empecé a pasarla completamente sola, las molestias se volvieron más intensas.
Soy una persona de mucha imaginación y a veces la uso para estorbarme. Usé esta fecha como filtro para conocer las intenciones del otro, para hacerme películas en las que por sorpresa el otro era el personaje de comedia romántica de mis sueños, esperé grandes declaraciones de amor, flores, cartas, chocolates, etc. y siempre pasaba lo mismo: NADA. Nunca pasaba nada.
Así como cuando la ropa de siempre ya no te queda y empiezas a hurgar el closet y las gavetas en busca de algo viejo que te sirva, así mismo cuando la imaginación me daba tragos amargos me ponía a revisar mis cajones de recuerdos para arrepentirme: si no hubiese dejado de salir con "tal", si sólo no hubiese dejado de responderle a "cuál"... llegué a creer que tenía una especie de maldición amorosa con respecto a este día (también mi cumpleaños y navidad, pero ese es otro tema) por todas las cosas que no me pasaban o misteriosamente dejaban de fluir.
No estaba tan equivocada: la maldición era yo misma y el torrente de incoherencias entre mis pensamientos y acciones. Primero por saberme incompetente en materia de relaciones estructuradas y aún así querer meter todo mi desorden por el ojo de esa convencional aguja. Segundo, por usar la fecha para torturarme. Tercero, por ser tan ridículamente influenciable por el exterior y dejar que la lástima de otros me hiciera sentir lástima por mí misma.
Necesité desaprender muchas cosas para llegar a este estado de paz en el que estoy ahora. No odio ni envidio la fecha, no me reclamo por nada (más bien me enorgullezco de mis decisiones, me agradezco por quien elijo y por quien dejo atrás), no deseo cosas superfluas. Reconocer todo lo que no necesito, me hizo libre. El día del amor es todos los días que se sienta amor, sentirlo es un privilegio que no necesita excusa para ser demostrado.
Wow sin duda has abierto el alma en este blog de veras disfrute mucho leyéndolo yo también solía formar parte del grupo de haters pero a la final entendí que no había nada malo con mis decisiones.. Espero poder leer nuevos post próximamente ;)
ResponderBorrarWow sin duda has abierto el alma en este blog de veras disfrute mucho leyéndolo yo también solía formar parte del grupo de haters pero a la final entendí que no había nada malo con mis decisiones.. Espero poder leer nuevos post próximamente ;)
ResponderBorrar