Incesante parloteo aleatorio

Hace como año y medio (o más, o menos) escuché de mi primer amigo que encontró un novio en Tinder; después de él, fueron muchos los casos. De los mismos creadores de "búscate un novio", de distintas partes del globo terráqueo recibí la misma recomendación: únete a Tinder.  Las razones: Necesidades farandis.  Cuando estuve en Viena, me llamó poderosamente la atención el tipo de interacción en los bares: no se veían solteros fantasmeando a ver qué cazaban, sino que todo el mundo aparecía en pareja, como si se hubiese puesto de acuerdo previamente para encontrarse en el lugar. Mi amiga Colombiana (+40) compartió conmigo su hipótesis (¿adivinen?... sí, Tinder) y me contó que a sus amigas (contemporáneas) les había funcionado "de maravilla", y con "de maravilla" se refería al novio/esposo/cita y sexo casual de cada caso.  Días después, le pregunté a mi amiga Venezolana que vive en París (27) y me confirmó que Tinder es muy utilizada por jóvenes q...

Están de moda las publicaciones de tips para ser feliz, para aprovechar la vida, para la armonía kármica, lo que sea; admito que encuentro algo de placer culposo en leerlas (nunca le puedo decir no a lo que me da curiosidad) y siempre me parecen una gran estupidez (pero si sale otro post, también lo leo). Francamente no pretendo encontrar nada, ya que con el tiempo he entendido (apreHENdido) que no hay dato absoluto. No hay consejos ni reglas infalibles para absolutamente nada y, sé que tal vez suena hopeless, pero una vez que se entiende "la verdad (n)os hará libres", y por ser libres me refiero a estar muy claros de que podemos funcionar sin caernos a pajas con expectativas que muchas veces ni sabemos de dónde sacamos, libres de aceptar cualquier resultado en las cosas (algún día les echaré el cuento de mi primera clase de tensión acción-estructura con el profe Nello). En fin: este post no consiste en criticar ni en dar consejos, es un ejercicio en el que enumero ...