Entradas

Mostrando las entradas de enero, 2016

Instaolvido

Mi memoria se limpia sola, desecha a placer. Ni por rencor, ni por orgullo, ni por culpa, sólo por la elección de siempre estar bien y no desperdiciarme ni un instante más. Decide cerrar el ciclo y usar ese espacio viejo, ahora vacío para abrir un instante nuevo MÍO donde no cabe lo que me perturba. P.D.: esto no es poesía (ni lo intenta) sólo me provocó escribirlo así .

Un pedacito de cielo

Imagen
Que el cielo es un lugar al que iremos cuando se acabe la vida es lo que nos enseñaron a muchos cuando éramos niños. La primera vez que supe de esto, fue cuando pregunté dónde estaba mi abuela Susana y me respondieron que se había ido para allá. Ni siquiera me impresionó esta noticia (incluso es probable que mini-yo sólo respondiera "ok"), ya que no tenía claro qué era la muerte, y pues ¿qué tan malo podía ser mudarse?.  Cuando Mufasa murió, luego apareció en forma de nube para hablar con Simba, y de esa conversación entendí que aún estando tan lejos no se había perdido de nada, ergo, no había una verdadera ausencia. Entonces todo bien, nunca creí en la pérdida hasta que empecé a extrañar y entendí (finalmente) que el morir no era asunto de hasta luego, si no de adiós, sin apariciones en nubes ni presencias invisibles permanentes.  ¿Por qué esta historia no termina aquí? pues, porque todo este dilema me había dejado una fascinación: el cielo. Empecé a pasar segundos,...

Acerca de mí, pero extenso.

La información básica siempre queda falla. Es cierto que estamos hechos de etiquetas y que, en términos generales, somos sólo números. ¿Qué puede hacer único al habitante número x de x lugar? ¿qué puede hacer único al individuo número x que nació en x año? ¿qué hace especial a un número como gente? Nada, obviamente. Es la suma de todos los pequeños todos de los que formamos parte lo que, a la legal, nos define.  Llegué al mundo como venezolana gracias a la ubicación de mi madre al momento de mi nacimiento. Por la posición de los astros, soy geminiana. El sistema educativo me calificó bachiller en ciencias. La fe de mi cultura me educó católica, y el entorno contradictorio en el que crecí me volvió abierta, cuestionadora y respetuosa. La universidad me tituló Comunicadora Social. La vocación me llevó a las aulas de sociología, y la obligación me volvió desertora. Por cierto, llevo los nombres de mis dos abuelas: me llamo Salwa Susana. Abrí un blog p...